Por Jorge Manrique, Rector de Colegio Jurista y Director general de Gobierno de Calidad, consultoría de políticas púbicas
A partir de la primavera de 2020 las universidades migraron a sistemas de enseñanza remotos. Para complementar las conferencias en video e involucrar a los estudiantes en el aula virtual, los educadores adoptaron tecnologías que permitieron una mayor interactividad y modelos híbridos de actividades en línea y en persona.
Estas herramientas cambiaron el aprendizaje, la enseñanza y la evaluación de maneras que pueden persistir después de la pandemia. No en vano, las nuevas empresas de Edtech recaudaron cantidades récord de capital de riesgo en 2020 y 2021.
Las ocho tecnologías de aprendizaje que marcan el parteaguas de la educación superior son éstas:
Interacciones: Estas son plataformas de software que permiten a los estudiantes preguntar, comentar, responder encuestas y asistir a discusiones en tiempo real, entre otras características. Son descargables y accesibles desde teléfonos, computadoras y tabletas. Resultan relevantes para todas las áreas temáticas y útiles para el aprendizaje remoto y en persona.
Ejercicios: Estas plataformas gamifican el aprendizaje con competiciones divertidas y de bajo riesgo, plantean problemas para resolver durante las clases en línea, permiten a los estudiantes desafiar a sus compañeros a los cuestionarios y promueven el compromiso con insignias y premios. Son relevantes para todas las áreas temáticas.
Conectividad y construcción de la comunidad: Una amplia gama de herramientas informales que permiten a los estudiantes interactuar entre sí y con los instructores, así como participar en la comunidad de aprendizaje. También incluyen aplicaciones que brindan a los estudiantes acceso asincrónico las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Presentan conferencias, materiales ampliados del curso y notas con funcionalidad mejorada de búsqueda y recuperación.
Trabajo en grupo: Estas herramientas permiten a los estudiantes colaborar dentro y fuera de clase a través de salas de estudio / grupos de estudio, preparación grupal para exámenes y cuestionarios, y un intercambio de archivos simplificado.
Realidad aumentada / realidad virtual (AR / VR): las simulaciones interactivas sumergen a los estudiantes en el contenido del curso, como simulaciones de laboratorio avanzadas para ciencias duras, simulaciones médicas para enfermería y visitas de exhibición virtual para las artes liberales. AR se puede ofrecer con software propietario en la mayoría de los dispositivos móviles o portátiles. La realidad virtual requiere auriculares especiales, software propietario y espacio adecuado en el aula para su uso simultáneo.
Entrega de cursos adaptables a la IA: el software basado en la nube y con tecnología de IA adapta el contenido del curso al nivel de conocimiento y las habilidades de un estudiante. Estos son totalmente personalizables por los instructores y están disponibles en muchas áreas temáticas, incluidos los negocios, las humanidades y las ciencias.
Asistentes de enseñanza impulsados por aprendizaje automático: también conocidos como programas de chatbot, responden a las preguntas de los estudiantes y explican el contenido del curso fuera de clase. Estos pueden crear, entregar y calificar automáticamente tareas y exámenes y ahorrar tiempo a los instructores. Se pueden descargar desde tiendas de aplicaciones móviles y acceder a ellos en dispositivos personales.
Monitoreo del progreso de los estudiantes: estas herramientas permiten a los instructores monitorear el progreso académico, el dominio del contenido y el compromiso. Las alertas e informes personalizados identifican a los alumnos en riesgo y ayudan a los instructores a adaptar el contenido o su estilo de enseñanza para una mayor efectividad. Esta capacidad a menudo se incluye con suscripciones a plataformas de aprendizaje adaptativo.
En sí, una amplia gama de soluciones que llegaron para quedarse.