Con sonrisa fingida y mirada evasiva, la Señora Presidenta regala a los medios foto del recuerdo
Feliz Lunes para todos, como ya se había previsto desde mediados de la semana pasada, la elegida para ocupar el cargo de Presidenta del Comité Ejecutivo de Morena, Puebla, es la ahora Señora Presidenta, y diputada con licencia, Olga Lucía Romero Garci-Crespo o Mónica Caballero Garci-Crespo, como debería ser llamada realmente.
Éxito anticipado, esconde algún movimiento turbio. Y la Señora Presidenta, como hay que referirse a ella, de ahora en adelante, sabía con anticipación los resultados de una elección en la que participaron más de 150 Conejeros y que fue más una farsa montada, un teatro, que una elección democrática. Con más del 80% de los votos, la apadrinada de Barbosa sonrió sin ganas ante las cámaras por su estrellita en la frente. Se ciñe sobre Morena, Puebla más oscuridad, si es que es posible… Una mujer con claras filiaciones panistas de ultraderecha, encabeza al partido en el poder.
En un clima de discordia y tensión, se llevó a cabo la votación en la que hubo más de 30 abstenciones y un par de diputados que decidieron salirse de la sala en señal de protesta ante unas elecciones arregladas y alejadas de la democracia.
“No robar”, “no mentir” y “no traicionar”. La Señora Presidenta y su padrino mágico son la más perversa imagen de estos tres principios pervertidos. Han trapeado el piso con los principios del partido, y la nueva presidenta ni siquiera luce convencida del cargo que ahora tiene. Es evidente su gesto de molestia e inconformidad, no está para nada contenta de “dejar” su sueldo en el congreso para usar su disfraz de servidora pública y defensora de las buenas causas, juzguen ustedes mismos el semblante resignado de la Señora Presidenta.