El papa Francisco intercedió con Rusia para acelerar la liberación de unos 300 prisioneros ucranianos, reveló el pontífice en una charla con los jesuitas celebrada en Kazajistán y publicada este jueves.
La charla fue realizada el 15 de septiembre con una veintena de religiosos y publicada por la revista jesuita italiana Civilta Cattolica.
El pontífice contó que recibió en el Vaticano a un grupo de “emisarios ucranianos” para ello.
“También vino un jefe militar a cargo del intercambio de prisioneros y un asesor religioso del presidente (Volodímir) Zelensky. Esa vez me trajeron una lista de más de 300 prisioneros”, aseguró Francisco,
“Me pidieron que hiciera algo para lograr un intercambio. Inmediatamente llamé al embajador ruso para ver si se podía hacer algo, si se podía agilizar un intercambio de prisioneros”, explicó sin dar más detalles.
La publicación de estas declaraciones a los religiosos que trabajan sobre todo en Rusia y Bielorrusia se produce una semana después del anuncio del mayor intercambio de prisioneros militares entre Ucrania y Rusia desde el comienzo de la guerra.
Ucrania anunció el 22 de septiembre la liberación de 215 personas, incluidas 188 que habían defendido la acería Azovstal en Mariupol, símbolo de la resistencia a la invasión rusa.
El papa habló también de su visita a la embajada rusa en el Vaticano al día siguiente del inicio de la invasión a Ucrania a finales de febrero.
“Le dije al embajador que me hubiera gustado hablar con el presidente (Vladmir) Putin, pero con la condición de que me deje una pequeña ventana abierta para dialogar”, confesó el papa, gran defensor de la paz.
La Santa Sede intenta desde el 24 de febrero de mantener un delicado equilibrio diplomático con los dos países, condenó una guerra “cruel y sin sentido”, sin romper abiertamente con Rusia.
“Aquí la víctima de este conflicto es Ucrania. Me propongo reflexionar sobre por qué no se evitó esta guerra. Y la guerra es como un matrimonio, en cierto modo. Para entenderlo hay que investigar la dinámica que desató el conflicto. Hay factores internacionales que contribuyeron a provocar la guerra”, explicó a los jesuitas.