Columnas

Refinación sin valor

PULSO

Eduardo Meraz

Por donde se le vea, en este sexenio Petróleos Mexicanos se ha convertido en uno de los peores negocios para el país, no solo por su mala administración sino por ser una de las principales fuentes de corrupción.

La nueva refinería de Dos Bocas ya nos costó más del doble, al pasar de ocho mil millones de dólares a más de 20 mil millones y sin refinar aún un solo litro de gasolina.

Con ese dinero se pudieron haber comprado casi 10 refinerías en Estados Unidos y sin necesidad de construir nuevas coquizadoras.

Según el gobierno de López Obrador ya se disminuyó en más de 90 por ciento el “huachicoleo” de combustibles. Pero no contabiliza el “huachicoleo” de petróleo a Cuba, millones de barriles ya sea de manera gratuita o a precios casi regalados.

Aparte del presupuesto destinado a Pemex en este sexenio, los mexicanos hemos tenido que subsidiar a dicha empresa con 1.5 billones de pesos, sin que por ello  la paraestatal refine más petróleo y contamine menos.

A pesar de esta realidad evidente, el mandatario palaciego insiste en “quemar” el dinero de los contribuyentes, contaminando no sólo el aire que respiramos, sino las finanzas públicas y de numerosos proveedores a los cuales no puede o quiere pagar.

Pero como los cochupos que se hacen con Pemex son fuente de financiamiento -aportaciones bien refinadas- al movimiento de la 4T, el presidente totalmente Palacio Nacional se desgarra las vestiduras en defensa de la paraestatal.

Así, el debate creado por la oposición, al proponer el cierre de dos o tres refinerías -Cadereyta, Madero y Tula- llevó  al ejecutivo sin nombre y sin palabra a citar al presidente Adolfo López Mateos y decir:

“No se confíen porque en años futuros algunos malos mexicanos identificados con las peores causas del país intentarán por medios sutiles entregar de nuevo el petróleo y nuestros recursos a los inversionistas extranjeros”.

Pero ¿hay algo más entreguista que cuando Pemex logra tener ganancias, en lugar de servir a mejorar las condiciones de vida de los mexicanos, sólo sirvan para pagar deudas, externa e interna, crecientes?

Además, el mandatario palaciego ya se va; sus palabras se desprecian y ya no tienen valor.

He dicho.

EFECTO DOMINÓ

El “huachicoleo del bienestar” en los programas y apoyos sociales, ¿también son aportaciones voluntarias o simple coperacha para financiar las campañas cuatroteistas?

[email protected]

@Edumermo

 

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