
Por Teófilo Benítez Granados, Rector del Centro de Estudios superiores en Ciencias Jurídicas y Criminológicas (CESCIJUC).
La capacitación tecnológica en México es importante para adquirir conocimientos teóricos y prácticos, actualizar habilidades y fortalecer la capacidad de respuesta ante los cambios del entorno laboral.
Además, se necesita abordar los retos impuestos por los avances tecnológicos y la automatización en centros de trabajo para fomentar la igualdad de oportunidades
En México, a partir de este año y hasta 2030, las empresas podrán deducir hasta 25% adicional del incremento en los gastos realizados por capacitación de trabajadores o innovación tecnológica, según el Diario Oficial de la Federación.
La actualización constante y la formación especializada, asimismo, permiten que los profesionales actúen con mayor eficacia, rapidez y precisión. Este proceso formativo se potencia aún más cuando se apoya en plataformas tecnológicas simples e intuitivas, que facilitan el aprendizaje y la adopción de nuevos protocolos.
Una cultura de formación continua, respaldada por tecnología accesible, permite mantenerse a la vanguardia y responder con agilidad a los nuevos desafíos.
De manera simultánea, el desarrollo tecnológico acompañado de personal capacitado eleva el estándar profesional del equipo. También posiciona a las organizaciones como líderes de su sector.
Ahora, las nuevas tecnologías en los programas de formación facilitan el aprendizaje y las transforman en experiencias más ricas, personalizadas y eficientes. Al aplicar las diversas innovaciones, las empresas pueden diseñar capacitaciones que transmiten conocimiento de manera efectiva y estimulan la interacción y la práctica.
En este momento, la inteligencia artificial (IA) es la tecnología que más revoluciona las capacitaciones empresariales porque permite la personalización masiva y la automatización del aprendizaje.
Mediante algoritmos avanzados, la IA adapta los contenidos educativos a las necesidades y ritmos individuales de cada colaborador, optimiza así su experiencia de aprendizaje. Esto se traduce en programas de formación que son más efectivos y eficientes, al identificar y abordar las áreas específicas donde cada equipo y estudiante necesita mejorar.
La aplicación de IA en las capacitaciones, por otra parte, facilita una experiencia educativa más interactiva y comprometida. Por ejemplo, la automatización de la administración de cursos y la evaluación de los aprendices permite que los formadores se concentren en tareas más estratégicas y de mayor impacto.
Además, la IA tiene la capacidad de analizar grandes volúmenes de datos que garantiza una mejora constante y continua en los programas de formación, se adapta en tiempo real a los avances tecnológicos y a las cambiantes demandas del mercado laboral.
La Realidad Aumentada (RA) y la Realidad Virtual (RV), asimismo, transforman las capacitaciones al crear entornos simulados o enriquecer el mundo real con información digital, lo que resulta en experiencias inmersivas y educativas.