La búsqueda de más de dos decenas de niños desaparecidos de un campamento afectado por las inundaciones en Texas entró en su tercer día el domingo, mientras los equipos de rescate se enfrentaban a la amenaza de nuevas afectaciones y el número de víctimas mortales en la región ascendía al menos a 43 personas.
Por su parte, el presidente Donald Trump informó que firmó una declaratoria de desastre mayor para el condado de Kerr para que las autoridades cuenten con los recursos que necesitan para atender la emergencia.
«Estas familias están sufriendo una tragedia inimaginable, con muchas vidas perdidas y muchos aún desaparecidos. La Administración Trump continúa trabajando estrechamente con los líderes estatales y locales», publicó en su cuenta de Truth Social.
Las autoridades locales advirtieron de que el número de muertos probablemente aumentará, mientras los equipos de búsqueda y rescate buscan a 27 niñas desaparecidas de un campamento cercano al río Guadalupe, que se desbordó tras las lluvias torrenciales caídas en el centro de Texas el viernes, festividad del Día de la Independencia de Estados Unidos.
Las autoridades informaron de que más de 850 personas fueron rescatadas, algunas de ellas aferradas a los árboles, después de que una repentina tormenta descargó hasta 38 centímetros de lluvia en la zona de Texas Hill Country, a unos 140 kilómetros al noroeste de San Antonio. No estaba claro cuántas personas seguían desaparecidas en la zona.
Algunos expertos cuestionaron si los recortes a la fuerza de trabajo federal por parte del gobierno, incluida la agencia que supervisa el Servicio Meteorológico Nacional, llevaron a que los funcionarios no pudieran predecir con precisión la gravedad de las inundaciones y emitir advertencias adecuadas antes de la tormenta.
El presidente Donald Trump y su administración han supervisado miles de recortes de empleos de la agencia matriz del Servicio Meteorológico Nacional, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), dejando a muchas oficinas sin personal suficiente, dijo el exdirector Rick Spinrad.
Si bien dijo que no sabe si esos recortes de personal influyeron en la falta de aviso previo de las inundaciones de Texas, afirmó que inevitablemente reducirán la capacidad de la agencia para ofrecer previsiones precisas y oportunas.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, que supervisa la NOAA, dijo que una alerta de inundación «moderada» emitida el jueves por el Servicio Meteorológico Nacional no había pronosticado con precisión las lluvias extremas y dijo que el gobierno está trabajando para actualizar el sistema.
Se esperan más lluvias en la zona el domingo. El Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta de inundaciones para el condado de Kerr, epicentro del desastre, hasta la 1:00 de la tarde, hora local.
La catástrofe se desencadenó rápidamente el viernes por la mañana, cuando las lluvias, más intensas de lo previsto, elevaron con rapidez las aguas del río hasta nueve metros de altura.
Al menos 15 de los muertos confirmados son niños, según las autoridades locales. Las 27 niñas desaparecidas pertenecían a Camp Mystic, un campamento cristiano de casi un siglo de antigüedad, que contaba con 700 niñas en el recinto en el momento de la inundación.
El campamento era un escenario de devastación. En el interior de una cabaña, las líneas de barro que indicaban la altura a la que había subido el agua se encontraban al menos a 1.83 metros del suelo. Había camas, colchones y objetos personales cubiertos de lodo. Algunos edificios tenían ventanas rotas y a uno le faltaba una pared.