La temperatura del océano alcanzó un nuevo récord durante 2021. También fue uno de siete años más calurosos en la historia según la ONU, y se posicionó como el tercer año con las mayores pérdidas económicas vinculadas al clima extremo.
La crisis climática demanda nuestra acción urgente, así como apostar por una transición sostenible y que los líderes de las empresas dejen de negar el rol que juegan en el futuro de la humanidad y nuestro entorno. Sin embargo, se enfrentan a una gran duda: ¿cómo lograr integrar la sostenibilidad dentro de los indicadores de rentabilidad de una empresa?
“Las empresas de hoy deben servir a sus accionistas comerciales y a la sociedad en igual medida, liderando tanto a las organizaciones individuales como a las comunidades enteras hacia un futuro más sostenible”, plantea el reporte ‘El valor empresarial de la sostenibilidad’, elaborado por frog*, consultora líder en diseño e innovación estratégica.
El informe de frog destaca la importancia de comenzar por mitigar las acciones de un negocio que pueden impactar de manera negativa en el ambiente, para después establecer metas que tengan un impacto positivo en la sociedad y el entorno y, finalmente, llegar a una etapa regenerativa, donde se busquen oportunidades de negocio que mejoren activamente la vida de las personas y busquen restaurar el planeta.
Pero para medir de manera efectiva la sostenibilidad en un negocio, en frog creemos que se debe trabajar para que la oferta de valor del negocio recaiga en una de estas cuatro variantes:
- Disrupción con propósito
La disrupción debería estar más relacionada con la capacidad de ser una poderosa fuerza de cambio. En este sentido, la innovación sustentable es una gran área de oportunidad tanto para startups como para grandes compañías, pues el mundo necesita más que nunca de productos, servicios y experiencias que satisfagan las necesidades tanto humanas como comerciales mientras potencian la capacidad regenerativa de la naturaleza.
Un ejemplo claro de innovación sostenible es Made of Air, una startup que ha desarrollado un nuevo termoplástico de carbono negativo, un material que se produce a partir de residuos de madera de bosques y granjas, en un proceso que almacena más carbono del que emite. Con sus materiales sostenibles de vanguardia, está transformando productos de mobiliario y bienes de consumo, mientras se posiciona como una organización con un pie en el futuro.
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Estrategias resilientes
Los datos no mienten: los estragos del cambio climático son universales, así que al considerar esto en sus estrategias, las organizaciones serán más capaces de prever daños comerciales y operativos, así como adelantarse a regulaciones ambientales. Se trata de una transición estratégica que también es oportunidad para la innovación.
Iniciativas como Norrsken Impact Accelerator ya están buscando la próxima generación de emprendedores enfocados en soluciones innovadoras para nuestros desafíos ambientales más apremiantes. Para mantenerse al día, las grandes organizaciones deberían poner a prueba sus propias incubadoras o centros de innovación sostenible para entender cómo el cambio climático debe estar presente en su toma de decisiones para el desarrollo de sus negocios.
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Cambio de valores
Al integrar la sostenibilidad y la equidad como valores centrales, las organizaciones pueden transformar sus propios negocios mientras presionan a los competidores para que sigan su ejemplo, ayudando a construir una comunidad próspera y bien posicionada para asumir algunos de los mayores desafíos que enfrenta nuestro mundo. Al demostrar compromiso con los mismos valores sociales, económicos y ambientales que los clientes y empleados que desean atraer, las organizaciones pueden avanzar en sus objetivos comerciales y, al mismo tiempo, profundizar su impacto en la sostenibilidad.
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Transformación cultural
De acuerdo con el Centro Stern para Negocios Sostenibles de la NYU, de 2013 a 2019, las marcas sostenibles superaron el crecimiento de los productos convencionales en más de 500%. Estos datos demuestran que la cultura del consumidor ya ha empezado a transitar hacia la sostenibilidad. Tan solo en México, el 50% de los consumidores está muy dispuesto a elegir productos sustentables en el mundo post-Covid, según el estudio sobre venta online realizado por la AMVO en 2021.
Los datos sugieren que las organizaciones que no estén trabajando para reflejar estos cambios culturales, se quedarán rezagadas. Al buscar y priorizar asociaciones con otras organizaciones con mentalidad sostenible, las empresas pueden incentivar la adopción de prácticas sostenibles en todo su ecosistema empresarial y acelerar el progreso hacia los objetivos globales que buscan mitigar el cambio climático.
Crear estrategias regenerativas desde las empresas será el mayor reto de nuestra era. Si las empresas pueden acelerar la transformación hacia una economía global más sostenible y regenerativa, todos compartiremos los frutos.