El vocero del Gobierno de Cuernavaca, Guillermo Correa, aceptó que la falta de mantenimiento en la infraestructura y la desatención de las recomendaciones emitidas por Protección Civil municipal podrían ser las causas del colapso del puente colgante del Paseo Ribereño y que dejó al menos 20 heridos, entre ellos el alcalde José Luis Urióstegui, su esposa Luz María Zagal y regidores.
Además, el funcionario reconoció que la actual administración no ha realizado ninguna obra de intervención a la parte estructural del puente, y tampoco ha destinado recursos económicos.
Correa informó que la Contraloría municipal llevará a cabo la investigación para determinar la existencia de responsabilidades administrativas, independientemente de que la Fiscalía General y la Fiscalía Anticorrupción iniciaron las investigaciones de manera oficiosa.
Agregó que la Consejería Jurídica aportará al Ministerio Público todos los elementos de prueba que se requieran del Ayuntamiento para lograr el esclarecimiento de los hechos y la responsabilidad penal de quienes pudieran ser imputados.
También, adelantó que pedirán al Colegio de Ingenieros la elaboración de un dictamen pericial que determine las causas técnicas y materiales del colapso del puente colgante.