La Fiscalía de Estados Unidos en Nueva York anunció la desestimación de los cargos por narcotráfico presentados contra Ovidio Guzmán López, también conocido como «El Ratón», hijo del exlíder del Cártel de Sinaloa, Joaquín «El Chapo» Guzmán.
Esta decisión se produce una semana antes de que “El Ratón” formalice su declaratoria de culpabilidad por cargos relacionados con el narcotráfico en la corte de Chicago, Illinois.
Por ello, la postura de los cargos en Nueva York atiende a un acuerdo entre los fiscales estadounidenses y el propio acusado, quien solicitó declararse culpable por el trasiego de drogas en Chicago.
Un documento firmado por el hijo de «El Chapo» Guzmán y enviado a la Corte del Distrito Sur de Nueva York indica su deseo de «declararme culpable del cargo imputado, consentir a la disposición del caso en el Distrito Norte de Illinois en el que estoy detenido y renunciar al juicio en el distrito arriba mencionado».
Con este pacto se busca que la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York le retire los cargos por narcotráfico, consolidando su proceso en Chicago.
A CASI DOS AÑOS DE EXTRADICIÓN
Ovidio Guzmán López fue extraditado a Estados Unidos el 15 de septiembre de 2023. Tres días después, compareció por primera vez ante una corte del Distrito Norte de Illinois, donde se le informaron los cargos en su contra, que incluyen tráfico de drogas, conspiración para distribuir sustancias controladas, lavado de dinero, pertenencia a una organización criminal continua y uso de armas de fuego. En esa audiencia inicial, Guzmán López se había declarado no culpable.
La captura de “El Ratón” se produjo en enero de 2023 en la comunidad de Jesús María, en Culiacán, Sinaloa, tras un operativo de las Fuerzas Armadas que desencadenó una breve, pero intensa jornada de violencia.
Tras su captura, fue trasladado al penal federal mexiquense de máxima seguridad conocido como “El Altiplano”, desde donde inició una larga batalla legal para frenar su extradición a Estados Unidos.
Antes de su arresto, en 2023, Ovidio Guzmán había sido objeto de un intento de detención el 17 de octubre de 2019, conocido como el «Culiacanazo». En aquel operativo fallido en la capital sinaloense, militares lograron capturarlo, pero fueron superados por la violencia generada por el Cártel de Sinaloa, lo que obligó al gobierno federal a liberarlo para evitar una escalada mayor en el conflicto.