
Por Jorge Manrique, Rector del Colegio Jurista y director general de Gobierno de Calidad, consultoría de políticas públicas.
El nuevo barómetro del entorno empresarial es el índice de crecimiento de 360 grados.
Es decir, para tomar mejores decisiones de inversión y aprovechar las oportunidades comerciales, los líderes empresariales deben evaluar la óptica de crecimiento que tienen, pero también la que prevalece en su industria, en la de los proveedores y competidores directos e indirectos.
De esta forma, los líderes empresariales pueden encontrar oportunidades para acelerar el comercio o para reequilibrar las carteras. Existen cambios trascendentales en los negocios.
Uno de ellos es la aceleración comercial. A medida que cambian las condiciones geopolíticas, las empresas pueden atraer nuevos clientes y capturar más cuota de mercado.
También, a medida que se producen las perturbaciones geopolíticas, segmentos empresariales estables y de alto crecimiento pueden tambalearse, y los que antes se pasaban por alto representar un nuevo potencial.
Asimismo, puede generarse una optimización comercial. Al evaluar los cambios geopolíticos se pueden detectar factores que afectan la rentabilidad de las operaciones, incluidas sus relaciones con proveedores, las estrategias que emplean e incluso las capacidades globales de talento e infraestructura tecnológica.
Por otra parte, debe considerarse que una de las decisiones más importantes para cualquier líder empresarial es dónde invertirá la empresa en sus actividades de fabricación, almacenamiento y compromiso con el cliente. Estos compromisos pueden dar forma a la trayectoria de la empresa, y la geopolítica puede desempeñar un papel importante en el desbloqueo de nuevas fuentes de valor.
En tanto, los recientes acontecimientos geopolíticos inciden en notables interrupciones en la cadena de suministro y provocan el cierre de instalaciones, lo que conlleva a abastecerse de múltiples proveedores, alejarse de los pedidos y entregas justo a tiempo e incluso almacenar insumos críticos. Algunos líderes empresariales emplean tecnologías avanzadas para anticipar y prepararse para futuras perturbaciones geopolíticas.
No deben olvidarse, asimismo, las tensiones geopolíticas. Pueden complicar la gestión del talento y socavar la cohesión de la fuerza laboral entre culturas y nacionalidades. Pero hay pasos que las empresas pueden tomar para tener en cuenta tales interrupciones, como los patrones de concentración de talento, reequilibrio de las asignaciones de fuerza laboral y la localización de funciones importantes, como los recursos humanos o el soporte de TI.
Tecnología y datos. Las organizaciones multinacionales de hoy en día han creado funciones tecnológicas en las que el talento, la infraestructura y las huellas de datos se extienden a través de las fronteras, lo que deja sus pilas tecnológicas y otros recursos expuestos a vientos en contra geopolíticos.
Las amenazas potenciales incluyen ciberataques, robo de propiedad intelectual, requisitos de localización de datos, posibles interrupciones de conflictos comerciales y regulaciones fragmentadas de TI y datos en todo el mundo.
Ante esto, las empresas deben supervisar de forma rutinaria las políticas regulatorias, fiscales y locales que afectan directamente a sus estrategias comerciales. Del mismo modo, deben vigilar los riesgos geopolíticos y las políticas económicas en los países en los que operan.