El Consejo de Seguridad de la ONU pidió el martes a los talibanes que reviertan las políticas dirigidas a mujeres y niñas en Afganistán, expresando alarma por la “creciente erosión” de los derechos humanos en el país.
Los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU dijeron en un comunicado que estaban “profundamente alarmados” por las crecientes restricciones a la educación de las mujeres, y pidieron “la participación plena, equitativa y significativa de las mujeres y las niñas en Afganistán”.
El Consejo instó a los talibanes a “reabrir las escuelas y revertir rápidamente estas políticas y prácticas, que representan una erosión cada vez mayor del respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales”.
Más temprano, el Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Volker Türk, instó a los talibanes a poner fin a las “terribles restricciones” impuestas a las mujeres en Afganistán.
Ningún país puede desarrollarse –o sobrevivir– socialmente y económicamente cuando la mitad de su población se encuentra excluida”, dijo Türk en un comunicado.
Estas restricciones inimaginables impuestas a las mujeres y las niñas no sólo aumentarán el sufrimiento de todos los afganos sino que, me temo, supondrán un riesgo más allá de las fronteras de Afganistán”.
En ese sentido advirtió que las políticas implementadas por los talibanes, que regresaron al poder en agosto de 2021, corren el riesgo de desestabilizar la sociedad afgana.
En los últimos meses, el gobierno de los talibanes ha estrechado el cerco sobre las mujeres, excluyéndolas de numerosos empleos públicos y prohibiéndoles acceder a parques, jardines, gimnasios o baños públicos. Las mujeres tampoco pueden viajar solas, acceder a universidades o a escuelas secundarias.
El gobierno talibán prohibió el sábado a las organizaciones no gubernamentales emplear a mujeres, bajo la amenaza de perder su autorización para poder operar en el país.
Esa última decisión talibán también fue condenada por el Consejo de ONU: “Estas restricciones contradicen los compromisos asumidos por los talibanes con el pueblo afgano, así como las expectativas de la comunidad internacional”, indicó.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se hizo eco del mensaje del Consejo de Seguridad y calificó las últimas restricciones sobre mujeres y niñas como “violaciones injustificables de los derechos humanos” que “deben ser revocadas”.
Las autoridades afganas alegaron que estas no respetaban el código de vestimenta, que les obliga a cubrirse el rostro y el cuerpo entero. Según Volker Türk, ese decreto “tendrá consecuencias terribles para las mujeres y para todos los afganos”, enfatizó .
La nueva restricción impuesta a las oenegés “mermará significativamente, si no destruirá, la capacidad de estas organizaciones para prestar servicios esenciales de los que dependen tantos afganos vulnerables”, lamentó Türk.
Al menos cinco organizaciones anunciaron el domingo que suspendían su labor en Afganistán por el veto de los talibanes.