Sandra Decasper, ciudadana mexicana residente en Argentina, denunció públicamente ser víctima de violencia vicaria por parte de su expareja, el diplomático argentino Norberto Ariel Martins Mogo, y solicitó ayuda urgente al Gobierno mexicano para poder salir del país. A través de un video difundido en redes sociales, afirmó que llegó a Argentina bajo amenazas y en contra de su voluntad.
De acuerdo con su testimonio, Martins Mogo fue cónsul de Argentina en Guatemala hasta 2024, año en que Sandra Decasper se separó de él. Desde entonces, asegura haber sido víctima de violencia física, psicológica y económica, además de que actualmente no puede abandonar el país debido a las restricciones derivadas del conflicto legal por la custodia de sus dos hijos.
Embajada de México confirma asistencia desde 2024
Tras la viralización del video, la Embajada de México en Argentina emitió el Comunicado de Prensa No. 006/2025, fechado el 24 de julio, en el que informó que brinda atención consular a Decasper desde el año pasado. Según el documento oficial, la embajada ha canalizado su caso a instituciones especializadas en atención psicológica y jurídica para mujeres víctimas de violencia, y la ha acompañado en el proceso para presentar denuncias ante las autoridades locales.
El comunicado detalla que las acciones emprendidas han derivado en la formalización de mecanismos de protección, incluida una restricción perimetral contra el presunto agresor. Asimismo, la embajada indicó que seguirá en contacto con ella para dar seguimiento a los procesos legales y proporcionarle asesoría jurídica ante las autoridades argentinas.
Decasper denuncia presión contra sus abogados y violencia contra sus hijos
En su mensaje, Sandra Decasper aseguró que su expareja ha utilizado su influencia como funcionario diplomático para obstaculizar su defensa legal. “Hace que mis abogados renuncien, los compra, los extorsiona”, afirmó.
También denunció ser víctima de violencia vicaria, señalando que su expareja ejerce maltrato hacia sus hijos con el objetivo de afectarla emocionalmente. “Los puede ver tres horas a la semana […] y en esas tres horas les hace mucho daño”, declaró.