No es la primera vez. La Garci-Crespo usa instituciones públicas para caprichos personales
La Señora Presidenta de Morena, Olga Lucía Romero Garci-Crespo, como es conocida en el medio político, o Mónica Malvinas Caballero Garci-Crepso, como la conocen sus amigos más cercanos y familiares, su nombre real, sigue con sus estrategias fuera de la ley para entorpecer el juicio hereditario de la empresaria avícola Socorro Romero Sánchez.
Ahora es el Ministerio Público de la ciudad de Tehuacán, quien obstaculiza el proceso legal en el juicio por la herencia. El expediente del juicio sigue secuestrado por las autoridades. Se presume que la institución de impartición de justicia está tomando partido por la funcionaria de Morena, quien acostumbra comprar voluntades.
La Garci-Crespo ya no tiene otra alternativa que seguir impidiendo que las pruebas periciales se lleven a cabo, mediante el aplazamiento y excusas poco creíbles que el juez del juzgado primero de Tehuacán, ha dado para que la defensa demuestre la veracidad de la firma de la querida empresaria.
Gracias a estas irregularidades cometidas en este juicio, la morenista de papel, no tendría forma de seguir a flote en el proceso legal. Hacer ver a la empresaria como una mujer débil y desordenada, son sus únicos argumentos.
El proceso legal sigue parado y no se ve para cuándo pueda renovarse, porque la Garci-Crespo sigue usando amparos y comprando voluntades. El lavado de dinero y la prostitución de mujeres deja muchos recursos, pero la Garci-Crespo siempre quiere más. Su sed de venganza no tiene límites, aunque resulta un tanto absurda, vista con detenimiento.