Por Alan Ramírez Flores, CEO de Coperva
El crédito implica diversos riesgos. La digitalización puede paliarlos.
En este momento, la entrega de crédito se ve obstaculizada por los procesos manuales para la recopilación de datos, la suscripción y la documentación, así como por los problemas de datos que afectan el rendimiento del riesgo y los tiempos de ciclo lentos que afectan la experiencia del cliente.
La gestión digital del riesgo crediticio, en cambio, utiliza automatización, conectividad y entrega digital y toma de decisiones para aliviar estos puntos débiles. El valor lo crea de tres maneras: protege los ingresos, mejora las evaluaciones de riesgos y reduce los costos operativos.
Para proteger los ingresos en el crédito al consumo, por ejemplo, el riesgo digital fortalece la retención de clientes. Mejora la experiencia del consumidor con decisiones en tiempo real, solicitudes de crédito de autoservicio y aprobaciones de crédito instantáneas.
Las mejoras se habilitan al integrarse con terceros para la adjudicación de crédito y el uso de precios dinámicos ajustados al riesgo y el establecimiento de límites.
El valor también se crea al mejorar la evaluación de riesgos. Las herramientas avanzadas de análisis y aprendizaje automático pueden aumentar la precisión de los modelos de riesgo crediticio utilizados para las aprobaciones de crédito, el monitoreo de carteras y las resoluciones.
También puede reducir la frecuencia de los errores basados en el juicio. La integración de nuevas fuentes de datos permite una mejor comprensión de las decisiones de crédito, mientras que el procesamiento de datos en tiempo real, la presentación de informes y el monitoreo mejoran aún más las capacidades generales de gestión de riesgos.
Los costos operativos también se reducen a medida que se digitalizan los procesos de crédito. Se puede dedicar una mayor proporción de tiempo y recursos a actividades de valor añadido, a medida que los insumos y productos se normalizan y no se imprimen.
De manera simultánea, la mayoría de los enfoques de digitalización se centran en mejorar la experiencia del cliente. El riesgo digital involucrará a algunos clientes externos reales, como en la entrega de crédito, pero en la mayoría de las áreas la atención se centrará en los clientes internos, las partes interesadas y los reguladores.
Además, el riesgo digital nunca es un esfuerzo autónomo, sino que dependerá de los datos de todas las empresas y funciones. Por lo tanto, el desarrollo avanza a un ritmo limitado por la gestión cuidadosa de estas interdependencias.
Si bien el riesgo digital ofrece oportunidades claras para una reducción significativa de costos, el impacto en los ingresos es menos obvio, pero los líderes lo entienden implícitamente. Los tiempos de respuesta más rápidos para las solicitudes de préstamos son una mejora típica del riesgo digital. Esto probablemente impulsará mayores volúmenes de préstamos y, en consecuencia, mayores ingresos, incluso si la correlación no se puede determinar con precisión.
Ahora, implementar la digitalización en el crédito implica tener claridad en la gestión. Si no existe un control absoluto de cada una de las funciones y una estandarización de los procesos de aprobación de un crédito, por ejemplo, la tecnología no logrará subsanar carencias y soslayar errores. Sólo maximizará los resultados actuales.