Luego de más de nueve años de encierro por un proceso legal lleno de injusticias y violaciones, este viernes se ordenó libertad para Claudia Sánchez Mayorga, el chivo expiatorio del caso “Solid Gold”.
El Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, informó este viernes que el Magistrado Luis Pérez de la Fuente revocó la sentencia de 22 años de prisión en contra de Sánchez Mayorga, por lo que ordenó su libertad.
“El Mag. Luis Pérez de la Fuente ha revocado la sentencia en contra de Claudia Sánchez Mayorga y ha ordenado su libertad. El trabajo de nuestros defensores y defensoras y la sensibilidad del juzgador federal han reparado una dolorosa injusticia”, celebró Zaldívar Lelo de Larrea.
De acuerdo con el Consejo de la Judicatura Federal (CJF), a Claudia Sánchez Mayorga se le sentenció injustamente y sin pruebas por la comisión del delito de beneficio de la explotación sexual ajena, previsto en la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos delitos.
Cabe recordar que la condena de 22 años de cárcel le fue dictada en mayo de este año, luego de ocho años encarcelada, y pese a acreditarse múltiples irregularidades y vejaciones desde el inicio de su proceso.
Al respecto, la periodista Lourdes Mendoza Peñaloza, quien llevó de la mano el caso desde el inicio y sacó a la luz todas las irregularidades cometidas en torno al proceso legal de Claudia, celebró la noticia y reconoció a los ministros, así como al Consejo de la Judicatura Federal (CJF) por dicha resolución.
Fue en septiembre de 2013 cuando un total de 32 bailarinas fueron rescatadas por elementos de la entonces Procuraduría del Distrito Federal, del establecimiento “Solid Gold”, el cual operaba con giro de restaurante, ubicado en la calle Londres, en la Zona Rosa.
Pese a que las mujeres señalaron directamente a varios socios de la empresa de manejar los turbios negocios del lugar, sólo fueron detenidas dos empleadas de limpieza, dos choferes que servían al tiempo como carceleros de las víctimas, y Claudia Ivonne Sánchez Mayorga, quien era empleada administrativa del lugar.
Desde su detención, durante un cateo ilegal en su propio domicilio, a Claudia Sánchez se le privó de alimento, atención médica y legal, además, fue sometida a tratos inhumanos, golpes y manoseos. También fue obligada a hacer ejercicio intenso pese a tener cinco meses de embarazo.
Por todo lo anterior, esta exempleada administrativa del club no solo perdió su libertad, sino también a su hija, su matriz y todo lo que tenía.
Y, lo peor de todo es que durante estos nueve años, Claudia ha sido la única detenida y acusada por el caso.