El médico de la ambición, Ulises González Hernández, quien presuntamente trató a la señorita Socorro Romero Sánchez, SRS, obedece a los intereses de la ambición y de la política Olga Lucía Romero Garci-Crespo o Mónica Caballero Garci-Crespo.
El signo de pesos se dibujó en el rostro del médico que vendió su ética profesional por una muy buena suma de dinero con la cual lo convencieron de testificar en el juicio. Tres personajes entrelazados por la ambición que los ha hecho cómplices; sin importarles que hoy estén expuestos a la crítica de la opinión pública.
La invención de la dosis y las falsas enfermeras, quienes supuestamente mal cuidaron a la señorita Socorro Romero Sánchez, SRS, son elementos que hacen evidente la compra de la voluntad de este prófugo de la justicia, médico sin ética ni valores; completamente diferente a como era la señorita Socorro Romero Sánchez, SRS.
El doctor salió corriendo una vez se sintió descubierto para evitar tener que ratificar su declaración; o peor aún, ser detenido por implicarse indirectamente en la muerte de la señorita SRS. Resultó muy poco inteligente la declaración del médico por implicarse solo en el caso.
Detrás del médico se esconde la mano nepotista de la política de Morena, Mónica Caballero Garci-Crespo, a quien todos conocen públicamente como Olga Lucía Romero Garci-Crespo. Algunos exponentes de la medicina se venden al mejor postor a cambio de unos cuántos pesos… Los oscuros intereses de la ambición pervirtiendo y manchando la digna profesión de la señorita SRS.